Diferencias entre Ángeles y Espíritus Guías

Si bien es cierto, que la vida puede ser difícil a veces, es importante que sepamos algo que los Ángeles me han dicho muchas veces “No tienen por qué transitar su camino solos”. Nuestros Ángeles y espíritus guías están a nuestra disposición para ayudarnos.

Los espíritus protectores más personales que tenemos a nuestro lado son nuestros Ángeles de la guarda y los espíritus Guías. Aunque ambos juegan un papel muy importante en nuestras vidas, son dos entidades diferentes.

Los Ángeles son espíritus divinos que nunca han tenido cuerpos físicos, por esta razón ellos vibran a una frecuencia mucho más alta y nos traen mensajes de Dios (universo, la fuente o como tú quieras llamarlo). Los guías espirituales son seres espirituales que alguna vez fueron seres humanos, teniendo cuerpos físicos y una vida aquí en la tierra.

La mayoría de las veces, los guías espirituales son seres muy sabios, pueden ser ancestros de hace mucho tiempo o incluso, un ser querido o familiar fallecido.

Los Ángeles de la guarda están ahí para protegernos y consolarnos cuando nuestra vida está en riesgo o estamos muy estresados. En situaciones peligrosas, nuestro Ángel guardián interviene e interfiere con el problema, pudiendo ayudarnos a salir airosos de la situación.

Existen una gran cantidad de historias de personas con experiencias cercanas a la muerte, sucesos misteriosos donde las cosas deberían haber salido mal, pero milagrosamente no lo hicieron, gracias a los Ángeles de la guarda y su trabajo de cuidarnos y protegernos. Yo también tengo un par de experiencias personales que me hacen creer, sin dudar la veracidad de esta realidad.

En una oportunidad estuve a punto de caerme de un balcón de un segundo piso, mientras estaba escalando para rescatar a un niño de un año y medio, que se encontraba solo en un apartamento. Este niño, era el hijo de una vecina y en el apartamento de ella había dejado una olla de presión encendida y el hijo lo había dejado durmiendo la siesta.

Mientras yo estaba agarrada de una ventana y levanté mi pierna para poder entrar a través de ella, siento que alcé mucho la pierna para poder alcanzar el borde y perdí el equilibrio, lo cual hizo que yo pusiera mi peso en la otra pierna y perdiera el equilibrio, empezando a caerme hacia atrás. En esos momentos, sentí un gran empujón por la espalda, que hizo que me cayera hacia dentro de la ventana, en vez de hacia atrás a donde me estaba dirigiendo y donde me hubiera muerto al caer. En el momento que reaccioné y me levanté, entré corriendo a buscar al niño, el cual ya se encontraba caminando por la cocina, buscando a su mamá y la olla de presión encendida. Ahora sé que fue mi Ángel de la guarda protegiéndome porque aún no era mi momento de irme.

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Los Guías espirituales funcionan de manera diferente

Los Guías espirituales, por otro lado, llegan a nuestra vida en diferentes etapas para enseñarnos lecciones muy necesarias para poder cumplir nuestro propósito de vida. Ellos nos muestran y nos ayudan a descubrir el camino correcto, pero necesitamos prestar atención.

Tenemos un guía espiritual que está con nosotros toda la vida, pero la mayoría de ellos van y vienen según sea necesario, dependiendo de cuando los necesitemos. A diferencia de los Ángeles de la guarda, los Guías espirituales no pueden intervenir y cambiar nuestro destino. Después de que nuestro guía espiritual nos transmita el mejor camino para nosotros, depende de nosotros escuchar y hacer que esto suceda.

Los Ángeles de la guarda están con nosotros desde antes de nacer y estarán con nosotros hasta cuando sea nuestra hora de regresar a casa (el mundo espiritual), incluso nos acompañarán durante el período de transición y adaptación. Ellos están con nosotros siempre, lo sepamos o no, y sólo quieren lo mejor para nosotros.

La próxima vez que sientas miedo, estrés, tristeza o necesites ayuda, tómate un tiempo y pídele ayuda a tu Ángel de la guarda. A veces puede ser difícil recibir sus mensajes porque regularmente son bastante sutiles, pero si estás atenta a nuevas oportunidades, señales y extrañas “casualidades” (no creo en casualidades) sabrás que tu Ángel de la Guarda está cerca de ti y te está ayudando “detrás del telón”.

Es posible fortalecer el vínculo con tu guía espiritual

Con tu guía espiritual, tendrás que esforzarse un poquito más en tu relación con él/ella para que esta misma pueda fortalecerse. Tómate el tiempo para conectar y conocer a tu guía espiritual y descubrir su método de comunicación.

Tal vez vengan a ti en tus sueños o traten de enviarte mensajes a través de señales. Ellos funcionan en una longitud de onda más alta que la nuestra y pueden recibir y transmitirnos mensajes. Una vez que hayas establecido una relación con tu guía espiritual, te sorprenderás de cuánto pueden guiarte y de las importantes lecciones de vida que quieren enseñarte.

Tanto los guías espirituales como los Ángeles de la guarda están en nuestras vidas para ayudarnos, a pesar de ser dos entidades diferentes.

Debemos mantener la mente y el corazón abiertos a estos seres de luz que no podemos ver con nuestros ojos físicos, pero que definitivamente sí existen y están allí con nosotros para ayudarnos y protegernos en nuestras vidas.

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Permítete conocer y disfrutar de tener una relación más cercana con tus Ángeles, guías espirituales y otros seres de Luz, para que así puedas tener toda la ayuda que necesitas y tienes disponible para ti.

Luz y Amor.

Laura.